Desde la llegada de la pandemia, el Gobierno de Jalisco y la Universidad de Guadalajara (UdeG) apostaron por aplicar pruebas rápidas o serológicas, y PCR para la detección de COVID-19; estas últimas, son las más efectivas para detectar a personas contagiadas o también llamados casos activos. Hasta el 3 de agosto, en Jalisco se han aplicado 116 mil 328 pruebas, de las cuales, la cuarta parte son las conocidas rápidas que, en caso de usarse en un momento incorrecto, podría arrojar un resultado negativo de COVID-19 a pesar de que el virus esté dentro del organismo de la persona analizada.
En la familia de Rafael, la COVID-19 se hizo cotidiana después de que toda su familia se contagiara. El factor que relacionó a todos fue la complejidad para acceder a pruebas de detección.
Rafael, empleado de gobierno y quien prefirió ocultar su nombre real, platica que el primer integrante de su familia tuvo un diagnóstico incorrecto de una enfermedad respiratoria que no sanó con medicamentos. Por ello, buscó una prueba PCR en un hospital particular para descubrir finalmente que su familiar sí tenía coronavirus.
Tras la confirmación, informó a sus compañeros de trabajo que era sospechoso de estar contagiado y se tomó unos días. Buscó una prueba para él en el sistema de Radar Jalisco pero no tuvo éxito en los primeros días por lo que optó por una prueba rápida que consiguió con un amigo.
“Algunos decían que no era procedente la PCR y que debía esperar la rápida. Pero no me resolvieron pronto en el sistema de atención de Radar Jalisco y decidí buscar por mi parte en un hospital particular”.
Las pruebas rápidas no le dan confianza porque sus conocidos recurrieron a ella y en un primer intento, salió negativa; posteriormente, al hacerse la PCR, salió positiva.
Cómo funcionan las pruebas y cuándo aplicar cada una
Las pruebas serológicas o rápidas detectan la respuesta inmunológica o de las defensas del cuerpo contra el virus SARS-CoV2 que provoca la COVID-19. Se toma una gota de sangre en donde se trata de identificar defensas de dos tipos: IgM (inmunoglobulina M) e IgG (inmunoglobulina G). El proceso implica la extracción de sangre mediante la punción en un dedo o una muestra vía venosa.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomienda esta prueba para detectar a una persona que requiere atención pronta. Esto debido a que las defensas pueden tardar hasta dos semanas en presentarse pero permanecen hasta tres meses. Por ello, esta prueba debe aplicarse 10 días después del posible contagio.
José Francisco Muñoz, rector del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la UdeG, que cuenta con estudios de biología molecular en medicina, explica que en el caso de las pruebas rápidas, la detección de IgM significa que los anticuerpos tienen poco tiempo de haberse generado (de 7 a 12 días), mientras que los anticuerpos IgG se presentan posterior a las 12 días.
“Nosotros interpretamos: si un paciente sale positivo por IgM, quiere decir que está en una infección activa, que puede infectar. Y si uno sale a un IgG quiere decir que el paciente ya pasó por la infección de COVID-19 (…) Un paciente asintomático puede ser un agente de contagio, por ello es importante saber si esa persona estuvo en contacto con otras personas los 14 días anteriores y detectar el origen de la infección”.
En cambio, las pruebas de reacción en cadena de la polimerasa o PCR ayudan a detectar los casos vigentes o activos a través del registro del material genético del virus, por lo que desde los primeros días del contagio puede detectarse. Las muestras para el estudio se obtienen mediante un cotonete que se inserta en la boda y en la nariz.
Tomando en cuenta lo anterior, las serológicas son funcionales para registrar de manera más cercana la dimensión de los contagios y las PCR para tomar medidas de aislamiento de los casos activos.
En muchas ocasiones, desde el centro de recepción de llamadas del sistema Radar Jalisco se niega la prueba a personas que sospechan estar contagiadas o se les recomienda aplicarse la prueba rápida. Sobre esto, el rector del CUCS detalla que el criterio de selección para hacer los estudios depende de un algoritmo manejado por quienes atienden el centro de llamadas. Los médicos que contestan toman en cuenta los síntomas de la persona y el historial de contactos o convivencia que haya tenido en los días anteriores.
Por ejemplo, si una persona menciona que hace 10 o más días tuvo contacto con un caso activo de COVID-19, se le realiza la prueba rápida, y si es una persona que presenta síntomas y tuvo contactos recientes con personas contagiadas se le hace la prueba PCR. En este último caso, el estudio serológico, o prueba rápida, puede arrojar un resultado negativo debido a que la persona tiene un contagio reciente, por lo que se debió aplicar la PCR.
Mientras que a las personas que ya tienen un cuadro avanzado de síntomas se les envía directo a atención médica: “Gracias al algoritmo podemos tener más certeza de que esos pacientes que llaman y cumplen con ciertas características se les puede asignar una prueba PCR o serológica (…) De esa manera detectamos a los positivos y cortamos la cadena de contagio”.
Desde el mes de abril, la UdeG aplica las pruebas PCR, mientras que las serológicas apenas desde junio, ambas de manera gratuita. Hasta ahora, en conjunto con el Gobierno del Estado han invertido 126.1 millones de pesos en la compra y aplicación de pruebas.
Ana Gabriela Mena Rodríguez, directora general de Prevención y Promoción de la Salud en la Secretaría de Salud Jalisco, añade que la selección de la prueba depende de la evolución clínica o de síntomas de las personas. Personas que no hayan detenidos sus actividades por ser esenciales como policías, personal bancario, entre otros, pueden realizarse las pruebas rápidas.
El rector del CUCS recomienda a las personas buscar una prueba PCR tres o cuatro días después de haber convivido con una persona comprobada de contagio: “Si se hace en ese momento la serológica, será negativa porque no ha pasado el tiempo adecuado para producir los anticuerpos”.
La Agencia FDA encargada de estudiar y revisar alimentos y medicamentos del Gobierno de Estados Unidos, abunda que las pruebas PCR ayudan a tomar medidas para ponerse en cuarentena o aislarse.
¿Existe una cifra negra de casos?
La espera de la presentación de síntomas por parte de personas que sospechan tener COVID-19 puede originar que no se registren casos activos de personas asintomáticas. Sobre esto, Ana Gabriela Mena Rodríguez, directora general de Prevención y Promoción de la Salud en la Secretaría de Salud Jalisco, asegura que sí se realizan pruebas a quienes no presentan síntomas: “Nosotros consideramos hacer más amplia la búsqueda de casos incluyendo en familias”.
Con Radar Jalisco se han detectado, hasta el 8 de agosto, 35 mil 260 casos, casi 20 mil más que el modelo Centinela del Gobierno Federal, que registra 14 mil 847.
“Haremos pruebas para rastrear los casos y que todos ellos puedan seguir en casa para mitigar y el crecimiento de las cadenas de transmisión”.
Añade que cuando se tiene contacto con una persona con coronavirus sin utilizar las medidas de prevención como el uso de cubrebocas e higiene de las manos, el riesgo de contagio se incrementa. Y si fuera así,no debe seguir con sus actividades normales ni interactuar con otras personas hasta confirmar que su cuerpo no tiene el virus: “Hemos encontrado que cuando les hablamos para notificarle sus resultados, están con otras personas o en el trabajo”.
Debido a esto afirma que seguirán con el mismo modelo de aplicar tanto la prueba PCR como la rápida o serológica, de las cuales, aún se cuenta con stock suficiente. De hecho, en el último mes se promedia una aplicación de mil 212 pruebas diarias en Jalisco; mientras que el promedio desde el 1 de marzo de este año, cuando la UdeG comenzó a aplicar pruebas es de 742 diarias.
Costo de pruebas
Los laboratorios particulares aptos para realizar pruebas de detección deben tener reconocimiento por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica del Gobierno Federal. Además de que debe ofertar algunas de las 48 tipos de pruebas con las etiquetas que el mismo instituto enlista aquí.
Los laboratorios que cumplen con ambas normas que operan en Jalisco son:
Unidad de Patología Clínica
Prueba serológica: $1,200 pesos
PCR: $5,000 pesos
Salud Digna
PCR: $1.500 pesos
Prueba rápida: $150 pesos
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