La actual Legislatura del Congreso de Jalisco se perfila como la menos eficiente de las últimas tres generaciones de diputados. Por si fuera poco, también arrastran enfrentamientos con asociaciones civiles y organismos que promueven el correcto desempeño de la actuación gubernamental, limpieza de cuentas públicas con señalamientos de corrupción, atraso en la aprobación de leyes, deudas cuestionables validadas y ahora un brote de contagios de COVID-19.
Los diputados han presentado mil 714 iniciativas de ley, su principal función como legisladores, pero el 30% de las mismas no han sido concluidas o aprobadas; las dos legislaturas anteriores dejaron un promedio del 7% de las iniciativas sin terminar.
Hay diputados como Jesús Zúñiga Mendoza, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que han presentado solo 9 iniciativas, cuando otros como Hernán Cortes, del Partido Acción Nacional (PAN), que ha realizado 243 (varias de ellas en conjunto con otros legisladores de su bancada).


En el caso de las intervenciones en tribuna, Jesús Cabrera Jiménez, de Movimiento Ciudadano (MC), solo ha hecho 6, en contraste con Mariana Fernández (PRI), que ha intervenido 115 ocasiones.


Un proyecto o iniciativa contiene la redacción provisional de una ley que se pretende crear o solamente reformar, y cuando un proyecto se declara suficientemente discutido es votado en el pleno del Congreso. En caso de aprobarse el gobernador promulga la reforma o la ley completa en el Periódico Oficial del Estado.
En cuanto a las faltas a las sesiones, los diputados José de Jesús Hurtado Torres (PAN), Héctor Pizano (MC), Hernán Cortés (PAN) y J. Jesús Zúñiga (PRI), son los legisladores que más han tenido que justificar sus inasistencias.

Particularmente el Congreso también tiene un atraso en el desfogue de juicios políticos, procedimientos que pueden derivar en una sanción política en contra de los funcionarios públicos acusados de incurrir en responsabilidades durante el ejercicio de sus cargos. Actualmente la Legislatura ha recibido 22 solicitudes de juicio político contra integrantes del Poder Judicial, mayoritariamente, y también hay otros contra el secretario de Salud Fernando Petersen o funcionarios de ayuntamientos; pero solo ha resuelto uno contra el Síndico del Ayuntamiento de Zacoalco de Torres, a quien se le suspendió 15 días sin goce de sueldo. Las dos legislaturas anteriores recopilaron 163 juicios de los cuales concluyeron 135.
¿Cómo medir la productividad del Poder Legislativo?
Datos del Sistema de Información Legislativa del Estado de Jalisco exponen el recuento de las actividades de las y los diputados con los que puede medirse su productividad. La Ley Orgánica del Poder Legislativo indica que las principales obligaciones de sus integrantes son: asistir a todas las sesiones; abstenerse de realizar actos incompatibles con las funciones que desempeñan y presentar iniciativas de ley, decreto o acuerdo legislativo dentro del tiempo que dure su encargo.
La asociación civil Congreso Calificado, que se dedica a analizar cuantitativa, objetiva, útil y sistemáticamente a los poderes legislativos de los estados maneja como indicadores de evaluación: iniciativas presentadas individualmente por diputado, iniciativas aprobadas, faltas por diputado, promedio de intervenciones en tribuna, entre otras.
Un indicador más a considerar son las competencias personales y la preparación académica, añade Mónica Montaño Reyes, coordinadora del Observatorio Político Electoral de la Universidad de Guadalajara (UdeG): “Entre más educación tengan los diputados presentan 50% más iniciativas que los que no tienen educación. Y los que tienen experiencia previa como legisladores presentan 30% más”.
En la actual Legislatura hay nueve diputados que tienen licenciaturas truncas o con estudios menores a educación superior: Norma Valenzuela Álvarez y Bruno Blancas Mercado, de Morena; Ismael Espanta Tejeda y Esteban Estrada Ramírez, de MC; Jorge Eduardo González Arana, Carlos Eduardo Sánchez Carrillo y Adenawer González Fierros, del PAN, y del PRI J. Jesús Zúñiga Mendoza. De hecho, los diputados Blancas Mercado, Zúñiga Mendoza, Estrada Ramírez son los que menos iniciativas han presentado.
Además, los partidos minoritarios presentan más iniciativas por diputado, en promedio, debido a que buscan más visibilidad y por ello muchas de las iniciativas no son tan relevantes para la vida pública y social ya que solo buscan justificar su labor y proyectarse mediáticamente.
Otro criterio es la claridad de las iniciativas y lo trascendentales que puedan ser para cambiar el estado de las cosas en la sociedad o solucione un problema de fondo: “Es difícil de medir porque es todo coyuntural y requiere de lectura política (…) Muchas veces las iniciativas que se discuten son muy ordinarias y repetitivas. Por eso no son tan conocidas las y los diputados, y la gente cree que no trabajan porque no hay iniciativas que influyan en su vida diaria”.
En este aspecto coincide el coordinador del Observatorio Legislativo del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), Alberto Bayardo, quien considera que lo más relevante es la calidad de las iniciativas que se presentan. El Observatorio considera características específicas para evaluar las propuestas de ley como claridad, integración al sistema jurídico con enfoque de derechos humanos, relevancia pública de los cambios planteados, identificación de grupos objetivo y beneficiarios, análisis de costo-efectividad, entre otros.
Ahonda que en el caso de los datos numéricos que expone el congreso caen en el vicio de cuando las instituciones no miden lo que realmente tiene valor terminan por valorar solo lo que ellos pueden medir. Pero la productividad no se reduce solo a las iniciativas aprobadas y rechazadas.
Sin embargo, destaca que sí es importante que las iniciativas no permanezcan mucho tiempo sin revisarse, ya que se les debe dedicar el estudio pertinente para rechazarlas o aprobarlas de manera consciente y los diputados pueden saturarse de trabajo: “Es un círculo vicioso. Se rezagan porque presentan demasiadas iniciativas y los cambios demandan mucho trabajo y no es tan sencillo. Si las propuestas estuvieran mejor pensadas y con más participación de la población solo habría que hacer ajustes mínimos y les darían trámite rápido”.
La académica de la UdeG Montaño Reyes añade que un 30% de iniciativas pendientes de aprobar o rechazar, como es el caso de la actual Legislatura, es un número alto, aunque se explica por la coincidencia de la entrada de estos diputados junto con el nuevo gobernador, debido a que se presentan propuestas que le “ayuden a gobernar”.
Agrega que en los casos de los y las diputadas con más iniciativas presentadas tienden a hacerlo por pretensiones electorales: “Muchos tratan de mostrarse productivos aunque de antemano sepan que no van a proceder. Entonces, el Poder Legislativo se convierte en otro espacio para construir la carrera política a través de propuestas que no serán realizables”.



