Usar diariamente el transporte público incrementa un 54% la posibilidad de padecer enfermedades respiratorias o influenza en comparación con las personas que no lo utilizan, según una investigación del Instituto de Salud Pública. En la pesquisa se recopilaron 535 estudios publicados hasta mayo de 2020 en los cuales se destacan medidas para reducir la posibilidad de contagio como hacer traslados de no más de 30 minutos, limitar el número de pasajeros en las unidades y asegurar una adecuada ventilación.
Sin embargo, el transporte público de Jalisco carece de ventilación adecuada, frecuencia de paso suficiente para evitar la saturación de pasajeros y los traslados promedio duran más de 30 minutos.
Igor Ramos Herrera, coordinador de la Sala de Situación en Salud de la Universidad de Guadalajara (UdeG), ubica al transporte público entre los tres sitios de mayor riesgo de contagio detrás de hospitales o domicilios donde se encuentre una persona con la COVID-19. Abunda que en los casos donde las personas contagiadas no recuerdan haber tenido con una persona positiva del virus, es muy probable que lo hayan adquirido al haber subido a alguna unidad de transporte público.
Transporte saturado a pesar de pandemia
En el Área Metropolitana de Guadalajara se realizan al día más de 12 millones de viajes y de ellos, el 36% (más de 4.4 millones) son en transporte público según datos de Secretaría de Transporte (Setran). En pandemia o no, la gran mayoría de los camiones exponen hacinamiento según los propios usuarios.
Personas que usan este servicio reprobaron el sistema en los rubros de unidades disponibles y saturación de acuerdo con la última encuesta de satisfacción de los usuarios en Guadalajara de la empresa Polymetrix para la Setran.
Los sistemas colectivos de transporte tienen una calificación de 5 de 10 puntos en cuanto a la frecuencia de paso; en comparación, el Tren Ligero tuvo una calificación de 9.14. En el indicador del espacio o saturación dentro del los camiones también están reprobados; de hecho, son los peores evaluados con 4.64 puntos.
En cuanto a los rubros que los usuarios piden mejorar, destacan los asientos con 35.7%, después el diseño del espacio con 35.5% y en tercer lugar está la ventilación con 16.5%.

Un estudio más del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) expone que 62.5% de la población en Jalisco afirmó que se cuenta con rutas de transporte suficientes, una cantidad por debajo del promedio nacional del 68.4% y muy atrás del primer lugar Tlaxcala que alcanzó el 85%.
Aún con la pandemia y las repetidas recomendaciones de evitar aglomeraciones de personas, terminales de derroteros de camiones y el Tren Ligero continúan con saturación en horas pico. Desde el 19 de junio, el gobernador Enrique Alfaro solicitó un ajuste a los horarios de ingreso de trabajadores del sector industrial para evitar el hacinamiento pero este problema ha continuado.
Al respecto, el presidente de Coparmex Jalisco, Carlos Villaseñor, señaló que las medidas implicaron la notificación a los afiliados de las recomendaciones de la Secretaría de Salud para prevenir contagios. Los escalonamientos de horarios “son naturales”, aseguró, dependiendo el sector laboral. Por su parte, Xavier Orendáin, presidente de la Cámara de Comercio de Guadalajara, se limitó a mencionar que recorrieron el horario de entrada de sus trabajadores a las 10 de la mañana y aseguró que el 100% del parque vehicular del transporte público está en las calles.
El hacinamiento amerita una multa por parte de la Setran, pero en 2019 la dependencia impuso solo una multa cada dos días, en promedio, por llevar exceso de pasaje en transporte colectivo y en vehículo de servicio público. La información de las multas se dejó de transparentar en los datos abiertos de la dependencia desde diciembre de 2019.
La vida se va en el camión
El artículo publicado por el Instituto de Salud Pública, Organismo Público Descentralizado del Gobierno Federal, apunta que las personas que se trasladan desde barrios periféricos tienden a pasar más tiempo en el transporte y a cambiar de línea o ruta dos o más veces. Esto incrementa el contacto con un mayor número de personas y, por consiguiente, el riesgo de contagiarse de una enfermedad respiratoria.
Por ejemplo, en el transporte subterráneo como el caso de la Línea 2 y parte de la Línea 1 del Tren Ligero, se estimó que 4.4% de las infecciones durante una epidemia ocurrirían allí. Debido a esto, pasar más de 30 minutos en un traslado incrementa drásticamente el riesgo de contagio.
Sin embargo, un informe de 2019 del Observatorio Jalisco Cómo Vamos detectó que al menos 65% de los habitantes del AMG invirtieron más de dos horas usando el transporte público diariamente. Y la última encuesta de satisfacción de los usuarios en Guadalajara de Setran, documenta que los usuarios tardan, en promedio, 37 minutos en llegar a su destino una vez que suben a un camión.
Ventilación viciada
En cuanto a la ventilación, los camiones fueron igualmente reprobados en la encuesta de satisfacción de los usuarios que solicitó Setran. Fueron evaluados con 5.12 puntos (el Tren Ligero fue el mejor calificado con 9.24 puntos).

Un análisis publicado en El País expuso que autoridades chinas en conjunto con académicos estadounidenses detectaron un brote en pasajeros que realizaron dos viajes de autobús de 50 minutos cada uno. Una mujer con síntomas que viajaba en el vehículo terminó contagiando a 23. Emily Gurley, epidemióloga de la Universidad Johns Hopkins, explicó que los aerosoles y gotas viajan distancias más largas a través del aire desde la ventana o aire acondicionado, ya que los pasajeros se contagiaron independientemente de la distancia que tenían con la persona contagiada inicialmente.
Estrategias para reducir los contagios
Dentro del artículo, el Instituto de Salud Pública comparte una serie de estrategias para evitar el incremento de contagios en el transporte públicos como el lavado de manos, uso de desinfectante y cubrebocas que pueden reducir el riesgo de contagio en un 12.5%.
Una más es el distanciamiento de mínimo 1.5 metros. La justificación se basa en que la mayoría de las gotas respiratorias caen y alcanzan el piso y/o se evaporan antes de haber recorrido la distancia mencionada.
Acerca de la ventilación sugiere que el sistema más seguro en el transporte sería aquel que aleje más rápidamente las partículas de la nariz, boca y ojos de las personas; es decir, un sistema de flujo vertical donde el aire sale del techo y es recobrado por ventilas en el suelo (o viceversa), evitando el flujo horizontal que facilitaría el contagio entre personas, pero en los autobuses y en el Tren Ligero cuentan con el suministro de aire en la parte superior y con una apertura de escape de aire en la parte media del techo, lo que genera un flujo direccionado de aire que incrementa el riesgo de infección.
Pero aunque se palien estas deficiencias, no serán exitosas mientras el comportamiento de las personas usuarios del transporte y quienes lo administran no sean acorde a las medidas de prevención de contagio, afirma Igor Ramos Herrera, coordinador de la Sala de Situación en Salud de la Universidad de Guadalajara: “El riesgo se eleva por no establecer medidas para cuidar la distancia entre las personas. Los transportistas no han establecido que haya dos asientos de por medio entre cada usuarios, y de parte de los usuarios hay algunos que suben sin cubrebocas o si lo usan para que el chofer no les diga nada y se lo quitan después”.
Ramos Herrera señala que la prevención es la mejor estrategia para evitar los contagios durante los traslados en vehículos colectivos como usar una mascarilla, lavar manos antes y después de subir a los camiones y mantener la distancia recomendada a otros usuarios.
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud del Gobierno Federal, Hugo López Gatell, expuso en una conferencia de prensa el 16 de mayo que debido a que el transporte es un espacio de confinamiento resulta en un foco de infección.
La primera recomendación es disminuir el aforo, pero depende del número de unidades disponibles, por lo que una opción es cerrar estaciones o parabuses para hacer un tránsito más rápido y se logra que haya menos personas en cada una de las unidades; el segundo es restringir la capacidad de las unidades, y el último es mantener medidas de higiene como el uso de gel antibacterial y el uso de cubrebocas.
La Sala de Situación en Salud de la UdeG recomienda, antes de salir de casa, viajar fuera de los horarios pico; limpiar las manos con gel antibacterial o jabón y agua antes de ponerse el cubrebocas y al hacerlo cubrir la boca y nariz; recargar la tarjeta de prepago antes del viaje o llevar el pago exacto para evitar contactos, y planificar el viaje para obtener la información actualizada que ayude a disminuir los tiempos de traslado.
Durante el viaje se exhorta a pararse lo más lejos posible del lector de la tarjeta, mantener distancia con los demás pasajeros de mínimo 1.5 metros y, si se tose y estornuda, cubrirse con el codo o con un pañuelo.
Después del viaje hay que reemplazar el cubrebocas por uno nuevo y lavarse las manos; y quitarse el cubrebocas agarrándolo por los resortes son tocar la parte delantera y desecharlo en un contenedor cerrado.
Carlos Benito Armenta Hernández, jefe del Área de Promoción y Educación en el Instituto Mexicano del Seguro Social, añadió la recomendación de utilizar un pañuelo desechable para abrir puertas. Además promueve evitar comer o beber durante el trayecto y tocarse la cara, principalmente ojos, nariz y boca.
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