Las opciones de empleo en los altos de Jalisco son escasas. Eso llevó a varios lugareños de Arandas a buscar nuevos horizontes en la capital del estado, según relata Sergio González Reynoso, cuya emigración a Guadalajara tenía un objetivo claro: emprender desde cero un negocio de abarrotes.
“Aquí hay más oportunidades, más gente, puedes poner lo que quieras, así que yo y algunos compañeros llegamos a otra tienda de abarrotes a trabajar juntos, para aprender lo básico”, recuerda el señor González, quien mientras ahorraba aprendió en pocos meses los secretos necesarios para manejar una tiendita.
En abril de 2021 encontró un lugar y evaluó su viabilidad, pues explica que el local debe estar bien ubicado, en un sitio donde una buena cantidad de vecinos acostumbre comprar en misceláneas, antes que acudir a supermercados o tiendas de conveniencia, ya que esos formatos compiten ventajosamente contra las tienditas de barrio.
Al darse cuenta de las altas probabilidades de crecimiento, inició los trámites y todo fue muy rápido, excepto por un aspecto: la obtención de la licencia para venta de cerveza, clave para que un establecimiento de este tipo se considere bien surtido, cuenta González: “No tardé mucho en obtener la licencia de abarrotes, de hecho en el mismo día puedes hacer todo , aunque ya para tener el permiso de cerveza tienes que hacer muchos trámites, es tardado, pero eso es lo que te sube el negocio, lo que la gente busca más ahorita. Es importante que lo tengas para que no le digas al cliente: ‘no hay’”.
Lo que relata el señor González, lejos de ser un caso excepcional, suele ser frecuente en este municipio. Si bien las licencias para negocios de bajo riesgo –conocidos aquí como giros Tipo A– son fáciles de tramitar, los de control especial como farmacias o restaurantes y tiendas de abarrotes con venta de bebidas alcohólicas son más prolongados, confirma José Salvador Chávez Ferrusca, titular del área de Mejora Regulatoria de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) Guadalajara.
La licencia para vender cerveza, más que un lujo es una necesidad, dado que es de los productos que deja mayores utilidades para poder pagar renta, electricidad y el sueldo de empleados, según Víctor Hernández Pérez, presidente de la Asociación Nacional de Tiendas de Abarrotes, quien lamenta que en Guadalajara “lo que nos han tardado para que den un permiso de abarrotes con venta de cerveza es de alrededor de cinco meses”, situación contraria a lo que dice la página del Ayuntamiento en la cual se especifica que la duración máxima de este trámite es de un mes.

Combatir prácticas moratorias
Hasta 2020, Alejandro Tavares era un comerciante en los tianguis de la capital tapatía, modalidad que se vio afectada durante la pandemia por las restricciones que impusieron las autoridades municipales, ya que sólo se permitía la venta de productos esenciales, como alimentos o de limpieza, además de que les redujeron el tiempo de venta. Por eso Tavares decidió abrir una tienda de abarrotes en la colonia Libertad, en Guadalajara. “Fue por necesidad, tengo tres hijos y no era algo que me gustara, pero como este giro es de consumo diario, puede que pegue más que poner una barbería, por ejemplo”.
Así, inició los trámites para la licencia municipal en abril y la obtuvo en un día, tras reunir previamente todos los requisitos. Sin embargo, admitió que es indispensable incluir la venta de cerveza, producto que ofrece más utilidades a los tenderos, a diferencia de la leche, por ejemplo, por la que se ganan centavos. “Ese trámite fue más tardado (…) tuve que dar hasta cinco visitas porque faltaba uno u otro papel. Ibas el lunes y no, me decían ‘vente para el otro lunes, que te falta este otro y así”. Para el presidente de la Asociación Nacional de Tiendas de Abarrotes “una cosa lleva a la otra; las personas van, solicitan un permiso, no se los dan, se desesperan, entonces buscan la manera de tramitarlo de otra manera, ¿y cómo se puede hacer más rápido? pues dando dádivas a alguien que trabaje dentro de Padrón y Licencias o de Obras Públicas para que agilicen su permiso”.
Una de las trabas fue la dimensión de su local, de unos 12 metros cuadrados. “Nos dijeron que estaba muy chiquito, que tenía que estar más amplio. Pero eso no se justificaba, porque no van a tomar [bebidas alcohólicas] aquí adentro”, se queja Tavares. Fueron dos meses de trámites e inspecciones, hasta que finalmente obtuvo la licencia para continuar con su negocio.
Luis Rangel, director de Padrón y Licencias de Guadalajara, explica que entre 90% y 95% de los domicilios el uso de suelo permite la instalación de una tienda de abarrotes y que incluso el contribuyente tiene derecho a operar dicho giro desde el momento en el que ingresa su trámite. Sin embargo, aclaró que para la venta de cerveza en botella cerrada anexa a abarrotes se requiere ya haber obtenido la licencia tras una o varias supervisiones para cerciorarse de que se cumplan los requisitos, por ejemplo, que efectivamente vendan al menos 70% de alimentos y un máximo de 30% de cerveza, para no considerar el giro como un depósito sino como una tiendita de abarrotes.

El municipio toma nota y promete tomar cartas en el asunto
La administración municipal que arribó el año pasado afirma que está corrigiendo las demoras. Luis Rangel explica que, tras tomar el cargo, encontraron que solamente había dos cuadrillas de supervisores, lo que prolongaba los tiempos para realizar las inspecciones y otorgar los permisos.
“Nos dimos a la tarea de hacer otras dos cuadrillas de supervisores para que la carga de trabajo fuera menor y si había que reinspeccionar o visitar a alguien, pudiera ser en la misma semana”, dice Rangel. Incluso señala que desde finales de octubre del año pasado se amplió el horario de atención en Padrón y Licencias dos horas más.
Rangel no descarta que en Guadalajara puedan existir prácticas de demora por parte de inspectores municipales, con el fin de obtener algún beneficio económico de los emprendedores para acelerar los trámites, por lo cual invitó a los usuarios a que cuando sientan que algún supervisor, fuera del ámbito de sus facultades, utiliza este tipo de ejercicios o les haga creer que incumplen la normatividad, acudan a la dependencia a interponer su queja.
La web como aliada
Para paliar los problemas burocráticos, las últimas administraciones municipales en Guadalajara han pretendido mejorar la expedición de licencias para la operación de giros comerciales y de servicios con la implementación del Sistema Rápido de Apertura de Empresas (SARE), certificado por la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) desde mayo de 2003.
Lo anterior ha llevado a que hoy en día existan trámites que los emprendedores pueden iniciar y avanzar en la plataforma web visorurbano.com, perteneciente al municipio. De hecho, para giros comerciales Tipo A se pueden tramitar totalmente en línea, con lo que los usuarios se ahorran el traslado a las oficinas municipales, recaudadoras y bancos. Desde luego entre los giros de bajo riesgo están las tiendas de abarrotes, ropa, calzado, mercerías, artículos deportivos, bazares, frutas y verduras, neverías, venta de celulares y demás.
Es importante la rapidez, dado que la mayoría de las personas que emprenden este tipo de negocios lo hacen con un capital mínimo, con ahorros o producto de una liquidación, casi siempre de modo unipersonal o con alguien más. Las tienditas con venta de cerveza en Guadalajara son, pues, negocios familiares que generan autoempleo.
En suma, Guadalajara es un caso particular donde el municipio ha explotado las herramientas tecnológicas para que los emprendedores no tengan problemas para abrir negocios de bajo riesgo; sin embargo, no todo es positivo, pues los problemas comienzan con las inspecciones y con la apertura de establecimientos con venta de alcohol.
Pero vale la pena resaltar que a diferencia de otros gobiernos municipales, este acepta las críticas ciudadanas y las ve como áreas a mejorar, lo cual es el primer paso para cambiar las cosas; ahora sólo resta esperar las acciones que tomarán para solucionarlo y observar si lograrán incentivar la apertura de negocios en este municipio tan importante en el país.
* Este reportaje forma parte de la serie “La odisea de abrir un micronegocio en México”, coordinada por Ethos Laboratorio de Políticas Públicas”