La pandemia también se ha llevado a los padres y madres de las niñeces en Jalisco. Desde el 3 de julio del 2020 al 11 de julio del 2021, un año, el DIF Jalisco ha registrado 96 niños, niñas y adolescentes que han perdido a una madre, un padre o ambos a causa de la COVID-19.
En julio pasado, la revista médica británica The Lancet, reportó que al menos 131 mil 325 niños, niñas y adolescentes han quedado huérfanos a causa de la pandemia. Esto convirtió al país en el primero a nivel mundial con más menores que perdieron a sus padres o cuidadores principales. Los científicos calcularon que la mayoría, 97 mil 951 casos perdieron a su padre, después 33 mil 342 menores sufrieron la muerte de su madre y estimaron que 32 perdieron a ambos padres. Además, también se midió la pérdida de sus cuidadores secundarios como las y los abuelos, lo que resultó en 141 mil 132 casos.
En Jalisco, la mayoría de los casos, 49, sucedieron este año, principalmente en los primeros tres meses del año cuando México vivía la segunda ola de contagios y en el estado se saturaron los hospitales y los servicios de oxígeno.
Además, la mayoría, el 91% perdieron a sus padres, y solo 7 casos perdieron a su mamá. Sin embargo, de acuerdo con un reporte de la Dirección de Tutela de Derechos del DIF Jalisco, una niña de 8 años perdió a ambos padres en abril del 2021.
Los casos son tan variados, desde las edades como un niño de 1 año que perdió a su padre el año pasado en Guadalajara, hasta las localidades ya que los casos se distribuyen casi de manera equitativa entre la Zona Metropolitana de Guadalajara y el interior del estado con casos en municipios como Atotonilco, Casimiro Castillo y Amatitán.
“No podemos permitir que haya más víctimas, aunque sea de forma indirecta, de esta pandemia. Esta generación corre el riesgo de quedarse atrás si no la protegemos. A medida que las niñas y niños pierden a uno o incluso a sus dos padres, las familias se ven más vulnerables y susceptibles a la pobreza, lo que puede significar que niñas y niños abandonen la escuela para ayudar con los ingresos familiares. Seguramente no regresarán a la escuela y probablemente quedarán atrapados en un ciclo de pobreza”, criticó Bidisha Pillai, Directora de Políticas Globales, Promoción y Campañas para Save the Children.
Como respuesta, el DIF nacional también hizo una investigación en la que resultaron 118 mil huérfanos y huérfanas por COVID y de acuerdo con la titular, María del Rocío Gacía Pérez, se instalará una Mesa Interinstitucional de Atención Integral a Niños, Niñas y Adolescentes en Situación de Orfandad por COVID-19 con la intención de unir esfuerzos a nivel federal y estatal. La intención, insistió, es incorporar todos los programas que ya existen para mejorar la atención y garantizar que se ayude a todos los y las niñas.
Por su parte, a pesar de ser consultado, el DIF Jalisco no respondió con información sobre apoyos específicos para niños, niñas y adolescentes huérfanos de COVID-19, ni siquiera confirmaron tener un programa destinado en especial a las infancias afectadas por el coronavirus.
Desde que inició la pandemia, el gobierno federal proveé de ayuda económica para gastos funerarios a los familiares de fallecidos por COVID-19 con un total de 139 mil 449 apoyos entregados hasta la fecha.
A nivel mundial, nacional y local, las niñeces han sido una de las víctimas directas e indirectas más afectadas por la pandemia. Desde el cierre de escuelas que ha implicado rezago educativo, pérdida de habilidades sociales y mayor susceptibilidad a la violencia doméstica; hasta la pérdida de otros espacios de recreación como parques, museos, salas de juego, y obviamente la muerte de sus padres y/o cuidadores cercanos.
También, poco se ha hecho por respetar sus derechos y salvaguardar su vida. Por ejemplo, en Jalisco, apenas en septiembre inició el regreso clases presencial o híbrido como una orden a nivel federal aunque con poca información y apoyo a las y los docentes.
Otro ejemplo ha sido la casi invisibilización de sus derechos a recibir una vacuna, ya que a pesar de que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) aprobó en junio la aplicación de la vacuna Pfizer a adolescentes mayores de 12 años, el gobierno federal no ha iniciado el programa y apenas este viernes, el subsecretario de salud, Hugo López-Gatell anunció que en octubre iniciará la vacunación para niñas, niños y adolescentes con enfermedades crónicas.
El anuncio se da tras la presión mediática y jurídica de más de 250 padres y madres que han impuesto amparos ante tribunales federales e incluso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para exigir que sus hijos e hijas sean vacunados y vacunadas.
Tras ser cuestionado por dichos amparos, el presidente López Obrador rechazó que inicien una campaña de vacunación para las niñeces y respondió: “Imagínense el negocio para las farmacéuticas. Es legítimo que todos quieran vender y promover que a los recién nacidos hay que vacunarlos”.
Varios de esos cientos de padres y madres que impusieron amparos son para vacunar a sus hijos con alguna enfermedad como diabetes, pero a partir del anuncio del gobierno federal, ya podrán hacerlo.
Por su parte, la SCJN ya recibió tres quejas de la Ciudad de México, Puebla y Hermosillo que analizará y de no encontrar obstáculos técnicos establecerá la jurisprudencia obligatoria aplicable en todos los juzgados y tribunales del país para que se apliquen los amparos y se vacune a las y los menores.
“De ser favorable a los padres de familia que se han amparado, la jurisprudencia de la Corte no obligaría al Gobierno a cambiar la Política Nacional de Vacunación, pero sí a los jueces que reciban amparos a ordenar que se vacune a los menores”, reportó Reforma.